miércoles, 1 de septiembre de 2010
EL GAUCHO.
Hombre suelto, errante, mestizo, sin un tipo étnico definido, el gaucho puede ser considerado "hijo de las vaquerías", pues las peculiaridades del contexto histórico en que nació lo explican en gran medida. Su madre fue en muchos casos una indígena de las tolderías, su padre pudo haber sido un corambrero, un bandeirante o quizás un pirata holandés. Mundo de hombres, de violencia, de cuchillos, de contacto cercano con el ganado cerril. El gaucho toma elementos culturales de los españoles -como la guitarra- y de los guaraníes -como el poncho, el chiripá, el mate o el rancho de terrón-. Con el correr del tiempo, en el siglo XX, cuando ya en los hechos había desaparecido, la figura del gaucho se transformó en objeto mitológico y romántico. Se le construyeron monumentos y cantaron loas que alababan (y para muchos magnificaban) el papel que jugó en las luchas por la independencia.
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